lunes, 9 de abril de 2012

Más sana que una manzana



No era un encuentro cualquiera. No sentía la respiración, mejor dicho, la alta velocidad a la que palpitaba el corazón, le dejaba sin fuerzas para nada. Los nervios a flor de piel, una sonrisa permanente en la cara, que hacía recordar al trabajo de un tatuador borracho de alegría en un día bueno; las manos retorcían sin cesar lo que quedaba de lo que hacía dos horas había sido una nota de papel. 

La mirada estaba fija en el móvil, hubiera jurado que había sonado veinte veces, pero claro, debía ser sólo en su mente, porque en la pantalla sólo figuraba la foto que se había hecho delante de la palmera enorme que había visto en sus últimas vacaciones. Por qué no llamaba Juan y le salvaba de vivir esa situación

Sí, sin duda, debía de estar delirando. El corazón había sustituido al reloj, con sus latidos se podían poner en hora todos los relojes del mundo. Estaba claro, deliraba y sabía que no era la fiebre. No estaba enferma, siempre había presumido de estar más sana que una manzana. No, los nervios volvían a jugar con ella. No podía concentrarse. Debía estar atenta, se acercaba su turno.

Por fin, llegó el momento esperado. Lo primero que vio fue la bata verde y la mascarilla azul. Escuchó una voz lejana que le decía, después de ver las radiografías de las muelas, sólo hay que desvitalizar una y extraer otra. Para cuando el dentista terminó de hablar, Adela se había quedado dormida de puro agotamiento, o tal vez del miedo que había pasado.


La foto está sacada de internet y desconozco quién es su autor.  

30 comentarios:

ion-laos dijo...

Qué bueno!!!! El dentista es una cosaaaa!!! Me hace gracia cuando dicen, si te voy a poner anestesia, hombre, pues sólo faltaba que no, jajajaja.

Parecía una cita con el hombre de su vida y mira tú el final, sorprendente!!! Plas, plas, plasss!! Te aplaudo, estás que te sales!

Besosss!!

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Ion

Hace un par de semanas me quitaron una muela del juicio y se conoce que ya no me queda ninguno, jaajajajajaj.

No me desmayé, que conste, jaajajaj. Adela no soy yo. Jjaajaj.

Me alegro que te haya gustado. Si el final es un poco diferente.

Besotes.

ANTONIO CAMPILLO dijo...

Amiga María Eugenia, quien debe felicitarte soy yo a ti por tu pluma veloz, tus ideas claras, tu sorprendente estado de tensión y tu emocionante relato.
Con sinceridad, creía que la chica estaba esperando a un chico, que no era Juan, y quería que éste la salvara antes de cometer un desliz... ¿En qué estaría pensando?
Bien, esto demuestra que tu sentido de la tensión y de la emoción en un momento determinado es muy importante.
Sabes escribir y narrar.
Me ha encantado que siendo tan "joven" en este medio te desenvuelvas con tanta soltura.
Y me ha encantado más que te acercases a mi blog.
Acabo de hacerme seguidor tuyo y cuando Blogger recomponga un error de mi blog te enlazaré a él.

Un abrazo, María Eugenia.

Anónimo dijo...

uff.jajaa..ayy ya me estaba imaginando otra cosa... todo este nervio y el latir de su corazòn al compàs del reloj, son sìntomas de estar esperando a ese chico con el que soñamos constantemente pero mmm..me queda claro que tambien tener al dentista enfrente nos provoca todas estas sensaciones..jajaa.

Me ha encantado lo bien que has puesto a trabajar tu imaginaciòn amiga..estas excelente.

Besitos

Carmen Rosa dijo...

Ay MARÍA EUGENIA que casi me caigo del susto, que termino de sugerirte que abras otro blog, y me doy con la sorpresa que ya lo habías hecho. Es que el hombre de la lámpara me concedió el deseo tan rápido...
Me da mucho gusto que hayas empezado a mostrar esta nueva faceta.
Un beso y muchos éxitos!!!

MEN dijo...

Genial, jajaja menudo final. Yo que pensaba que seria de amor... jaja. Ya veo ue no me puedo "fiar" de ti. La verdad que la visita al dentista es demasiado traumatica, poca gente lo lleva bien. Bueno sololos niños que como les hemos acostumbrado desde pequeños lo ven como lo mas normal.
Me ha gustado mucho. Un bessito princesa

EriKa dijo...

Sorprendida estoy, no sabía lo que me iba a encontrar y desde luego no imaginaba el final.
He ido tanto al dentista que una creería que se acostumbra a estos momentos, pero no, sigo poniéndome nerviosa cada vez que voy esperando a ver con que me va a salir, si hay que matar mervio, hay que poner funda o lo mejor de todo, la moda de los implantes, ahora todo son implantes, como para no asustarse.
No se de donde sacas tanta energía y tiempo para llevar los tres blogs, eres mi heroína.
Besitos.

MA dijo...

Para muchas personas la cita con el dentista es un trauma grande jejee.... algunos se van de la consulta antes de que los llamen eso se llama terror al denstinta.
A mi no me da terror visitar al dentista... pués mi dentadura esta en perfecto estado de saluz visitando su consulta siempre que lo necesito... que más vale prevenir que curar.

Sigo tu blog te invito a visitar el mío si te gusta su contenido puedes quedarte para siempre en seguidores.
Besos de MA El blog de MA.

Un abrazo de MA.

Diana de Méridor dijo...

El dentista parece situarse en los primeros puestos de la lista de fobias, me temo. A veces parece que vemos el sillón del dentista como el heredero de los tormentos de la Inquisición!

Feliz lunes, madame.

Bisous

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Antonio

Soy joven en estas lides de relato y poesía. Mis otros blogs tienen más años. Aunque reconozco que siento vértigo y a la vez es divertido.

Mil gracias por tus palabras. Estoy sorprendida y muy agradecida por todo lo que estoy aprendiendo de lo que me decís.

Mil gracias.

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Diazul

Jjajaaj, debe ser la emoción que siento ante este reto que ayuda a sacar lo que llevo dentro.

Me alegro que te haya gustado. La verdad no conozco a nadie que le haya pasado lo que Adela, pero quién sabe.

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Carmen Rosa

Jjajajaaj, si es que a veces pedimos y se nos conoce al momento, jajaajajaj.

No pensaba hacerlo público hasta dentro de unos días, pero me colé con el nuevo nick. Vamos, que tenía que pasar, sí o si.

Me alegro que te haya gustado. :D. Por aquí seguiré dando guerra. ;).

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Men

Tengo una buena maestra. Sabes que soy fan número uno de Esstrella. Y sus historias no son lo que parecen.

Que conste que suelo ir al dentista bastante tranquila. Mi dentista es amable y no hace daño. Eso me recuerda que pronto me toca la revisión anual. Jajajajaj, espero que no tengan que darme sales para despertarme....

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Erika

Ayer cuando me iba a la cama, pensaba lo mismo. De dónde saco el tiempo. Creo que la respuesta es sencilla, no tengo las responsabilidades que tienes tú, no tengo pareja, ni hijos.

Al dentista suelo ir tranquila, quizá porque me han devitalizado tantos nervios que casi me parece normal. Si no fuera porque es carísimo.....

Besotes, guapa.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, MA

Lo que me da miedo del dentista, es lo que cobra. El resto no. Al menos, el mío es un artista. Intenta no hacerte daño ni con la anestesia.

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Madame

Pues visto desde esa perspectiva a lo mejor merecía la pena pasar unas horas con Madame de Montespan. No se qué sería mejor, jaajajajajaj.

Feliz día, Madame.

Besotes.

Ni brujas ni princesas dijo...

No me dá miedo el dentista, al contrario me gusta tener toda la dentadura lo mejor posible, besos, el relato es muy bueno, te sigo.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Ana María

Eso es bueno. Me alegro mucho que no tengas miedo al dentista. :D.

Besotes.

Simplementeyo dijo...

¿Y esto?
Que oculto lo tenías, no sabía nada de esta faceta tuya, jooooooooooo no me mantienes informada jajaj. He llegado aquí por casualidad.

Vaya con el dentista que de estragos hace jaja.

Besitos y sonrisas con todos los dientes :-)

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Simplementeyo

Ya ves, jaajajaj. Empecé de manera silenciosa y sin hacerlo oficial, comenzó a andar solito.

Ahora mismo, acabo de hacerlo oficial para todo el mundo, ajajajajaj.

Besotes.

manolo dijo...

Porque ese miedo al dentista, será que el susconciente guarda recuerdo de una vida anterior, con el Barbero, que hacía de sacamuelas, con su ayudante tocando el tambor, para que no se oyeran los aullidos?

Saludos, manolo

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Manolo

Lo que se aprende contigo. Desconocía lo del ayudante tocando el tambor.

Supongo que cuando se tiene miedo al dentista es por la dentera que da que hurguen entre los dientes. Y por lo que cobran, digo yo. ;).

Besotes.

María dijo...

Y yo que pensaba que había comentado el otro día esta entrada... pero mira no está mi comentario, se conoce que se me pasó, y aunque ya lo leí el otro día, lo he vuelto a leer otra vez ahora.

Está muy buena esta entrada porque todos imaginamos una cosa y resulta que el final es sorprendente e inimaginable jajajajaja.

Cada día nos sorprendes más, tienes en tu interior mucho arte oculto que necesitas exteriorizarlo y compartirlo con nosotros a través de tus letras, eres maravillosa y una caja de sorpresas.

Un besazo.

Carlos dijo...

Hola María Eugenia.

Leo tus blogs desde hace mucho tiempo, te conocí a través de una de tus seguidoras pero recién ahora y en este blog en particular me animo a escribir.

Lo que propones como objetivo de tu nuevo espacio me agrada y con tu permiso me quedo.

Un fuerte y cálido abrazo a la distancia…chau

MAJECARMU dijo...

M.Eugenia,gracias por tu comentario,que me ha facilitado conocer tu nuevo blog...
Me gusta tu relato,que en principio,parece una cita con un hombre y al final se descubre la realidad...
Te felicito por esta faceta literaria,que te abre a ti y a nosotros nuevos campos de imaginación y expresión.He leido también anteriores posts,donde el sentimiento flota suave y cadencioso.
Mi abrazo grande y mi ánimo,amiga.
M.Jesús

uxue dijo...

Hola Maria Eugenia

Estoy una semana fuera y a mi vuelta me llevo esta grata sorpresa con tu nuevo blog.
Encima estaba comiendo una manzana cuando he entrado y visto la foto.

Me encanta lo que has escrito, menuda imaginación que le pones. Muy bueno chica.

Enhorabuena por esta nueva faceta tuya, ya mismito me hago tu seguidora y aquí me tienes para disfrutar de nuevo con tus escritos.

Un beso grande guapa

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, María

Estos días estaba pensando que el comenzar a escribir de esta manera, esta siendo terapéutico además de ayudarme a conocerme más.

Desde luego, es un gran reto para mi y espero estar a la altura de la situación.

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Carlos

Me alegro de que te hayas atrevido a escribir y así puedo conocerte. Quédate el tiempo que desees, eres muy bienvenido.

Gracias a ti y a la seguidora :).

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, María Jesús

Muchas gracias. La verdad es que esta es una pequeña y divertida locura que no se dónde me llevará. Pero reconozco que me gusta.

Me alegro que te haya gustado. :D.

Besotes.

Dolce Voce - María Eugenia dijo...

Hola, Uxue

Jjaajajja, qué casualidad.

Es que ha sido todo muy rápido. Lo he hecho en tres días, creo. Lo hice oficial ayer y ya había entrado gente antes, ajajajajaj.

Ahora toca multiplicarse jajaajajajaj.

Me alegro que te haya gustado.

Besotes.