Nubes de algodón recorren los cielos,
cambiando sus trazos sutiles suavemente.
A veces mecidas por el viento,
susurrando nuestro nombre al oído,
traen noticias sin ser buscadas,
encendiendo una chispa de calor
en el corazón en un breve instante.
Blancas figuras que ofrecen sus brazos abiertos,
para encontrar en ellas,
respuestas varias,
que llevados por la dulce ensoñación,
se presentan como figuras amorosas dispuestas
a responder a preguntas cifradas e infinitas.
Tal vez un juego de niños, siendo ya mayores.
Leones y dragones, darán paso a
indios, vaqueros, ranas, árboles,
mujeres con polisón y sombrilla,
países y continentes lejanos,
símbolos y letras que susurran
directas al corazón,
haciendo cosquillas a la mente.
Faros de luz en la oscuridad,
que iluminan nuestro pensamiento
regalando una sonrisa en los labios.
Realidad, fantasía, imaginación o intuición,
cada uno elegirá ver lo que necesite
en las pistas dibujadas
sobre el lienzo azul del éter.
La imagen está tomada de internet y desconozco quién es su autor.